Unidad de Anestesia
 

 

 
  La anestesiología es una de las especialidades con una mayor evolución en los últimos años. La utilización de nuevas técnicas, el desarrollo de nuevos aparatos de anestesia, así como la administración de nuevos fármacos, han permitido que actualmente podamos realizar anestesias con un gran nivel de seguridad a pacientes con un mayor número de patologías, así como también ha permitido el desarrollo de nuevas técnicas quirúrgicas, y nuevos sistemas de trabajo como sería el caso de la cirugía mayor ambulatoria.

La anestesiología comprende la atención integral al paciente desde el periodo preoperatorio (preparando al paciente para que acuda al quirófano en las mejores condiciones clínicas posibles) como en el periodo intraoperatorio (realizando no solo la administración y mantenimiento de la anestesia para la realización del acto quirúrgico, sino también atendiendo cualquier respuesta anómala ante las agresiones que suponen la propia cirugía y la anestesia) y el periodo postoperatorio (haciéndose cargo de las necesidades hemodinámicas, de dolor y confort, que requiere el paciente en el período postquirúrgico).

Hasta hace pocos años, ser intervenido quirúrgicamente llevaba aparejado de forma ineludible un período más o menos largo de hospitalización. Hoy en día hay gran cantidad de intervenciones para las que no se considera necesario permanecer en el hospital más allá de unas horas: son los procedimientos llamados de Cirugía Mayor Ambulatoria. Estos procesos han demostrado ser igual de seguros y efectivos que la cirugía convencional.

Con el desarrollo de las técnicas quirúrgicas oftalmológicas que procuran reducir al máximo el traumatismo ocasionado, así como del uso de la técnica anestésica precisa, el paciente puede regresar a su casa poco tiempo después de la intervención.

Para la realización de las cirugías oftalmológicas usted puede recibir distintos tipos de anestesia:

Anestesia general

La anestesia general consiste en proporcionar al paciente un estado reversible de pérdida de la conciencia, de analgesia y relajación muscular. Para ello, es preciso realizar la punción de una vena y la introducción de una pequeña bránula (tubito de plástico) por la que se administrarán los sueros y los fármacos necesarios según la situación del paciente y el tipo de cirugía previsto.

Durante la anestesia general, al estar dormido y relajado, es necesario mantener la respiración de forma artificial. Para ello, se necesita colocar un dispositivo (tubo traqueal, mascarilla laríngea u otro) a través de la boca o la nariz, que llega a la faringe o la tráquea. Este dispositivo se conecta a un aparato de respiración artificial cuya función será la de mantener la respiración.

Anestesia tópica

Consiste en la aplicación de gotas de anestésico en el ojo. Durante este tipo de anestesia usted permanecerá despierto/a.

Anestesia regional

La anestesia se le administra mediante inyección en la zona donde se le va a intervenir o cerca de los nervios correspondientes. Durante este tipo de anestesia usted permanecerá despierto/a.

Tanto la anestesia tópica, como la regional, pueden ir apoyadas de una técnica de sedación. Esta consiste en la administración, a través de una bránula introducida en una vena, de medicamentos anestésicos, analgésicos y tranquilizantes administrados en la proporción y dosis adecuadas para cada paciente, según sea el procedimiento a realizar, las características personales del paciente, su sensibilidad a los fármacos y su estado clínico, proporcionando un estado consciente, relajado, confortable y sin dolor, en el que el paciente, gracias a la conservación de la conciencia puede prestar colaboración activa.

Nuestra actividad se integra en un programa completo de calidad, desarrollo y colaboración en un centro monográfico de patología oftalmológica. El servicio de anestesiología de la F.O.M. tiene como objetivo y compromiso ofrecer siempre la mejor atención posible a nuestros pacientes y facilitar su acceso a los profesionales más cualificados y a la más reciente tecnología.