Unidad de Oculoplastia, Órbita y Anejos                                                                                  
 

 

La Unidad de cirugía oculoplástica, vía lagrimal y órbita abarca todas las patologías que afectan a la zona periocular. Comprende la cirugía plástica sobre la superficie palpebral (tumores, párpados mal posicionados, anormalidad de los anexos oculares…), anomalías de la vía lagrimal (problemas tanto de ojo seco como problemas de permeabilidad de la vía) y las enfermedades de la cavidad orbitaria ocular (tumores orbitarios, afectación orbitaria de la enfermedad tiroidea…), entre otras.

Esta Unidad cuenta con la participación estrecha de especialistas de otras áreas de la medicina (cirujanos plásticos, otorrinolaringólogos, patólogos…) que aportan los conocimientos necesarios para conformar la visión multidisciplinar necesaria para el correcto manejo de este tipo de enfermedades.

Técnicas diagnósticas:

1. Exploración palpebral completa.

Estudio de laxitud, posición, hendidura palpebral, fotografía macroscópica y bajo lámpara de hendidura, etc.

2. Exploración de la vía lagrimal.

Sondaje diagnóstico, test aclaración de fluoresceína, test de Schirmer, Test de Jones, etc. La vía lagrimal está constituida por un delicado sistema de conductos que tratan de llevar la lágrima que se encuentra en el ojo hasta la cavidad nasal donde es eliminada. La lágrima se produce principalmente en una glándula que está en el extremo más lateral del ojo, escondida tras el hueso de la órbita, desde ahí forma una película lagrimal delante de la córnea para luego ser eliminada por un conducto excretor hacia la nariz.

Los niños nacen la mayor parte de las veces con el sistema lagrimal no perforado, es decir, cerrado. Por lo tanto la lágrima es frecuente que no se pueda dirigir hacia la nariz y que rebose por las mejillas. No obstante, conforme pasan los días se va abriendo la comunicación. Sólo en aquellos casos en los que esto no sea así vamos a tener que reali zar una pequeña intervención quirúrgica que comunique las vías.

En el caso de los adultos son muchas las causas que llevan a una obstrucción del sistema, con el consiguiente remanso de lágrimas y la infección del saco lagrimal, es por eso por lo que se han desarrollado diversas técnicas que tratarán de reconstruir esa vía lagrimal. Estudiando dónde está el problema podemos decidir intervenciones sencill as (intubaciones, láser, dacriocistectomía) o más complicadas (dacriocistorrinostomías, implante abdominal de bombas de perfusión) que nos ayuden a mejorar los síntomas del paciente.

3. Exploración endoscópica nasal.

Estudio de viabilidad de cirugía lagrimal transcanalicular láser, sondaje terapéutico en niños, etc.

4. Exploración orbitaria completa.

Exoftalmometria de Hertel, Test cromático de Ishihara y Fanswroth-Musell, Campo Visual, etc.

Tratamientos:

1. Cirugía micrográfica de Mohs.

Actualmente, está considerada la técnica con menor índice de recidiva de los tumores cutáneos. Se basa en el estudio microscópico intraoperatorio del tejido alrededor de la zona tumoral hasta que se completen los bordes de la resección totalmente libres de tumor.
La reconstrucción posterior se realiza en el mismo acto con la movilización de piel (injertos y colgajos), según el defecto palpebral a cubrir.

2. Dacriocistorrinostomia transcanalicular con láser diodo.

Cirugía combinada nasal y lagrimal con la finalidad de comunicar la vía lagrimal (saco lagrimal) con la fosa nasal, y así evitar el lagrimeo propio de las obstrucciones de la vía lagrimal.

3. Cirugía de la ptosis palpebral.

Cirugía encaminada a reposicionar el parpado a la altura natural (adelantamiento del músculo elevador, técnica de Putterman sobre el músculo de Muller, suspensión palpebral al músculo frontal…)

4. Blefaroplastias.

Tanto superior como inferior, se basan en la resección de la piel y/o grasa sobrante a través de incisión cutáneas o conjuntivales con el fin de mejorar tanto el aspecto como la funcionalidad palpebral.

5. Cirugía de los párpados.

De todos es conocido que la zona de los párpados es una de las más importantes en cuanto al aspecto del rostro humano, pero no sólo eso, también se trata de una zona de protección de los ojos que, además de ayudar a la imagen que damos de nosotros mismos, consigue que el aparato visual quede protegido frente a agentes externos.

Por lo tanto, las alteraciones de los párpados deben de ser corregidas por esas dos razones importantes. Dichas alteraciones van a ir desde las simples arrugas, bolsas grasas, exceso y f lacidez de la piel… hasta importantes eversiones palpebrales con exposición y sequedad ocular. Y no debemos olvidar la existencia de diversos tumores a estos niveles que deben de ser estudiados, extirpados y reconstruidos.

Dado por lo tanto el carácter no sólo estético sino también funcional del contorno ocular, el profesional que mejor va a poder estudiar y tratar su problema va a ser un oftalmólogo especiali zado en esta patología periocular que pueda plantear tanto diagnósticos como tratamientos y colaboraciones con otros profesionales (radiología, radioterapia, etc.).

Así pues, no dude de que, una vez estudiado su caso, se le plantearán las diversas opciones terapéuticas para que usted pueda escoger, junto con su oftalmólogo, la más adecuada.

La cirugía palpebral comprende una serie de intervenciones quirúrgicas que se realizan con la finali dad de solucionar problemas como son la caída excesiva de los párpados (ptosis), la malposición del borde libre palpebral (ectropión, entropión), alteraciones en las pestañas (distiquiasis), espasmos palpebrales (blefarospasmos), etc.