Afectación de la diabetes en el ojo
     
  Definición y manifestaciones

La diabetes es una enfermedad metabólica crónica, caracterizada por niveles elevados de azúcar en sangre debido a una alteración en la secreción (Diabetes tipo I) o acción de la insulina (Diabetes tipo II).

La importancia de esta enfermedad deriva de su alta frecuencia en la población actual (entre el 2 y el 6 %). No solo es una enfermedad frecuente en nuestra sociedad sino que además va en aumento, sobre todo la de tipo II debido al envejecimiento de la población y al incremento de la obesidad causado por los malos hábitos alimentarios y el modo de vida sedentario tan habitual hoy en día.

La diabetes representa un gran problema personal por afectar en gran medida la calidad de vida de las personas enfermas. También es un importante problema de salud pública ya que constituye una de las principales causas de muerte en los países desarrollados (4º – 8º causa de defunción) y contribuye al desarrollo de complicaciones crónicas cuyos tratamientos suponen un enorme coste sanitario.

Afecta a casi todos los órganos vitales: ojos, riñones, corazón, sistema vascular, sistema nervioso…esto implica que el abordaje de estos pacientes sea multidisciplinario, coordinado por atención primaria quien se encarga de la detección, un buen control metabólico, el tratamiento y educación sanitaria de los enfermos. Solamente trabajando en equipo (endocrinos, médicos de familia, oftalmólogos, nefrólogos, cirujanos cardiovasculares, neurólogos…) se podrá garantizar el éxito del tratamiento de los pacientes diabéticos.

Las manifestaciones de la diabetes a nivel ocular son numerosas y complejas, puede afectar a cualquier parte del sistema visual como: la córnea, cristalino, iris, la retina, el nervio óptico y los nervios oculo-motores

De todos ellos la retina es la estructura afectada con mayor frecuencia e importancia. La retinopatía diabética se esta convirtiendo en la primera causa de ceguera irreversible en el mundo occidental. En las fases avanzadas de la enfermedad o en diabetes mal controladas crecen unos vasos anómalos sobre la retina, dañando la estructura normal de ésta, otras veces sangran causando hemorragias intraoculares o traccionan y desprenden la retina, provocando la pérdida visual.

El factor de riesgo más importante de la aparición de las lesiones en la retina por la diabetes es la duración de la enfermedad. En los tipo I, a los 10 años del diagnostico de la enfermedad, el 50% de los diabéticos presentaran afectación retiniana y a los 30 años el 90%.

Otros factores importantes a tener en cuenta son: el control metabólico y los factores de riesgo cardiovascular como la tensión arterial, los triglicéridos y el colesterol. El buen control de estos factores por parte del médico de familia retrasará la aparición y la evolución de las lesiones.

La retinopatía diabética es una complicación por la diabetes que se puede prevenir y evitar haciendo controles anuales del fondo del ojo y de la agudeza visual. Estos controles anuales comenzarán a hacerse a partir de los 5 años del diagnostico de la enfermedad en los tipo I, o en el momento de diagnostico en los tipo II y en pacientes de alto riesgo como embarazadas. Estas revisiones sistemáticas son precisas y obligatorias ya que se puede tener retinopatía diabética sin síntomas visuales que alarmen al paciente y es así la única manera de identificar a los pacientes en fases iniciales, momento donde mejores resultados obtenemos con el tratamiento.

Tratamiento

El tratamiento se realiza con láser solo en aquellos pacientes que presenten lesiones subsidiarias. Con ello evitaremos la progresión de la retinopatía destruyendo los neovasos causantes de las lesiones, frenando así la perdida de visión pero no mejorando la alteración visual existente.

Otros tratamientos son las inyecciones dentro del globo ocular de un anti-inflamatorio llamado triamcinolona. Con él conseguimos disminuir por tan solo unos meses el edema retiniano central mejorando así la agudeza visual. En fases muy evolucionadas y complicadas con hemorragias intraoculares, tracciones o desprendimientos de retina, el tratamiento indicado es el quirúrgico, técnica a la que llamamos vitrectomía.

El problema está en la alta frecuencia de esta enfermedad que satura y desborda las consultas de los oftalmólogos. Por eso hay que intentar desarrollar métodos de detección precoz fáciles de realizar fuera de las consultas de oftalmología por personal bien formado, que capten la mayor proporción de enfermos con retinopatía.

Hoy en día son varios los centros de atención primaria o servicios de endocrinología que poseen en sus consultas una cámara que realiza fotos en color del fondo del ojo a la población diabética. Estas fotos son luego enviadas por correo electrónico a un oftalmólogo que las interpreta y decide si debe remitirse al especialista de área para ser visto y tratado.

Hoy en día, gracias a la evolución de tratamientos, las campañas de detección precoz, las mejoras en la atención primaria, la educación sanitaria de los diabéticos y el aumento del número de especialistas en oftalmología se ha conseguido reducir el número de pacientes con ceguera total por retinopatía diabética, siendo mayor el número de pacientes con restos visuales mayores de 0,05%. También, la creación de unidades especializadas en baja visión encargadas de la rehabilitación visual de los afectados, el desarrollo de organizaciones exclusivas para diabéticos y familiares consiguen mejorar la calidad de vida de estos pacientes.

De todos es conocida la frase "Más vale prevenir que curar" tan apropiada en esta ocasión, si es usted diabético, revísese el fondo del ojo una vez al año.