Ojo seco
     
  Definición y manifestaciones

Hay muchas personas que padecen ojo seco y no lo saben. Se trata de una enfermedad que pasa por diversas fases. Al principio, no siempre se trata de personas con síntomas que se puedan catalogar de sequedad. Puede que una disminución de visión, cierta sensación de picor, o unas molestias inespecíficas sean las primeros avisos de que ese ojo necesita más lágrima. Pero el problema es que estos pacientes son incapaces de generar más lágrima, o bien la lágrima que generan no tiene la composición adecuada y "se rompe". Por eso hay varios tipos de lágrimas artificiales, cada una de ellas va a ser útil en casos diferentes o en momentos diferentes de la vida, ya que no es lo mismo hablar de una persona que esté ocho horas trabajando frente al ordenador, concentrada, casi sin parpadear y en un ambiente cargado de humo y con el aire acondicionado en marcha, que esa misma persona paseando el fin de semana tranquilamente por un parque al aire libre, no necesita la misma lágrima, no tiene las mismas molestias.

Tratamiento

El ojo seco es una enfermedad que evoluciona, incluso a veces se asocia a otras patologías que complican la situación. Además, medicaciones habituales como tranquilizantes o diuréticos pueden aumentar la sequedad ocular.

Si evoluciona, habrá que plantearse otras soluciones como los tapones lagrimales, o incluso pasar a soluciones quirúrgicas como el recubrimiento del punto lagrimal, transplantes de glándulas salivares, y en casos severos, realizar un implante abdominal de bombas de perfusión.